Para cantar el corrido, voy a afinar mi guitarra.
Para contar la tragedia del rancho Las Bebelamas,
donde hubo muertos y heridos por una mala pasada.
Este corrido se canta al pesar de dos cabezas.
Fueron varios los cobardes que tiraron con vileza.
Y sonaron las pistolas, de acordarme da tristeza.
Entre las ocho y las nueve comenzaron a tirar.
Les decía Delfino Cháidez, "Dejense de a veriguar.
En caso que les preocupe, mejor ponganse a bailar."
Y fué el 18 de Julio, 84 por cierto.
Fueron varios los heridos, nada más hubo tres muertos.
Les regalaron el baile pa' poder lograr su intento.
Se soltó la balacera, sin poderlo remediar.
"A este que está por delante, yo me lo voy a llevar."
Les dijo Tino Quintero, "Se los voy a demostrar."
Cuando tumbó a Rigo Armenta, de todos lados tiraron.
Y a su 38 Super, los tiros se le acabaron.
Como ya no tenía parque, por eso lo remataron.
Señores ya me despido con un saludo sincero.
Del rancho de San Francisco y también El Comedero.
Así se acaba el corrido de Juventino Quintero.